Cómo el crecimiento económico se ha vuelto anti-vida
«La obsesión por el crecimiento ha eclipsado nuestras preocupaciones por la sostenibilidad, la justicia y la dignidad humana. Pero las personas no son desechables; el valor de la vida no radica en el desarrollo económico. El crecimiento económico oculta la pobreza que genera a través de la destrucción de la naturaleza, que a su vez desemboca en comunidades incapaces de autoabastecerse.»